1965 fue un año de cierta apertura en la España franquista: fue el año en que los Beatles actuaron en Barcelona y Madrid y, entre otras efemérides pop, el 19 de junio de 1965 se inauguró la discoteca Tiffany's de Platja d'Aro, todo un símbolo de la modernidad que se abría paso. En 1965 también nació el grupo más importante de la escena musical gerundense durante la llamada década prodigiosa: Los 5 Diablos.
En el año 2015, a los 50 años de la fundación del grupo, Los 5 Diablos conmemoraron la fecha, aunque ya sin Max Varés, bajista del grupo, que murió en abril. Fue precisamente Max quien empezó a hablar meses antes con Jordi Pericot, buen amigo y seguidor de Los 5 Diablos, de cómo aprovechar este aniversario para intentar sacar al grupo de un injustificable olvido. Desde que ofrecieron su último concierto, el 6 de enero de 1970 en el Roseto de Palamós, Los 5 Diablos sólo volvieron a encontrarse una vez en un escenario, el 31 de octubre de 1998, en un festival organizado por Radio Girona en el pabellón de Fontajau, por iniciativa de Fredi Faure.
Teo Arias (voz), Llorenç Frigolé (guitarra solista y teclados), Pepe López (guitarra rítmica y teclados) y Agustí Cabarrocas (batería) formaron con Varés el núcleo básico de Los 5 Diablos y su formación más conocida y estable. Otros ocho músicos pasaron en algún momento por el grupo: Jordi Santaló, que fue el primer bajista; los baterías Lluís Font, Miquel Gil, Josep Sánchez y Santiago Simó, que sustituyeron a Cabarrocas cuando se fue a la mili y ya no se reincorporó a la banda –el servicio militar obligatorio era la perdición de todos los grupos época–, y ya en la recta final del grupo, durante el año 69, tres músicos barceloneses que fueron supliendo a los llamados a filas: Francisco Sáez, Joan Escudero y un bajista llamado Francisco.
Ensayando cada día, tocando constantemente en las comarcas gerundenses, pero también en toda la mitad norte de la península –“llegábamos a estar dos meses trabajando fuera de casa”–, el grupo gerundense se convirtió en una formación musical muy sólida y profesional, que combinaba un amplio repertorio de adaptaciones de los logros del pop anglosajón, francés e italiano y algunos temas originales en la mejor línea beat marcada por los cuatro fabulosos de Liverpool. Los 5 Diablos se reflejaban en The Beatles sin apenas saber nada de la circunstancia vital de John, Paul, George y Ringo, cuatro jóvenes rebeldes como ellos en una aburrida ciudad de provincias. "Éramos unos incomprendidos."
La prehistoria de Los 5 Diablos comienza con un dúo, Los Diablos Negros, formado en 1963 por Teo Arias y Llorenç Frigolé. “Teníamos un contrato para actuar en el Mercantil de Banyoles, pero dos éramos pocos, así que pidieron refuerzos a unos amigos que tenían otro grupo, Los Nixis: eran Agustí, Pepe y Jordi Santaló. Y así nacieron Los Diablos.” En 1966, ya con Varés, se convirtieron en Los 5 Diablos, por no coincidir con otros Diablos ya registrados. Empezaron ensayando en el sótano de la parroquia de San José de Girona, gracias a mosén Francesc Puig –“mientras los tengo aquí, no están haciendo daño en otro sitio”, decía el buen hombre–, con el micrófono que se utilizaba para hacer misa, antes de pasar a ensayar en el local de la familia Varés donde Max montó después el bar L'Enderroc. Aunque Los 5 Diablos llegó a ser el grupo gerundense técnicamente más preparado, como casi todos los grupos de la época –incluidos The Beatles– tenía auténticos problemas para sonar bien en directo con los medios de ese momento y no era raro que los músicos no llegaran a escucharse mutuamente en el escenario. Siempre elegantes y muy dinámicos en directo (“yo era un saltimbanquio como Mick Jagger”, dice Teo), Los 5 Diablos eran unos habituales de las emisoras gerundenses y los conciertos benéficos, y llegaron a salir en Televisión Española. (tomado de Los 5 Diablos: els Beatles gironins (https://www.elpuntavui.cat/cultura/article/19-cultura/877983-los-5-diablos-els-beatles-gironins.html)
Sólo grabaron dos ep’s, que les dejo para disfrutarlos. Buen domingo.